La evitación
La evitación se usa más usualmente en el entrenamiento de la obediencia, es un instinto que no queremos traernos al entrenamiento de la protección.
Cuando el nivel de tensión llega a ser demasiado alto para sus nervios, un perro en particular se volverá y se retirará. Cuando esto sucede, el perro entra en evitación. Algunos piensan en la evitación como en un instinto. Yo prefiero pensar en ella como en un tipo de defensa. Es la defensa en su grado máximo. Después de todo la defensa segura es una efectiva retirada.
Una vez que un perro se pone en la completa evitación aprende instantáneamente que ésta es una manera fácil de tratar con la presión. Puede llevar meses devolver a un perro al punto donde estuvo justo antes de que echara a correr.
Cuando hablamos de evitación necesitamos también hablar de inseguridad. Hay una diferencia. Inseguridad es cuando un perro da un paso atrás para evaluar que ocurrirá cuando la situación se ponga tirante. Esto comúnmente sucede con perros jóvenes que están elevando el nivel de tensión. La inseguridad no es mala, de hecho es realmente buena. Porque cuando el perro supera su inseguridad y aprende como negociar con la nueva situación, se vuelve más fuerte y seguro.
Un perro en evitación meterá su rabo entre las patas, colocará las orejas hacia atrás, erizará el pelo del dorso y correrá. Un perro que no este seguro no tendrá su rabo entre las patas, su rabo puede caer abajo un poco pero no se meterá. Podrá mirar un poco confuso pero no mirará asustado. Esta es la diferencia.
Los adiestradores necesitan desarrollar la habilidad para reconocer la diferencia entre inseguridad y evitación. Durante las siguientes fases del adiestramiento, nosotros pondremos de manera intencionada un perro en esta situación poco segura y le enseñaremos la manera de pelear para salir de ella.